lunes, 4 de enero de 2016

Proyecto en cocción 2

ASTRAL VERB

El enrarecido aire, mezcla de smog y aguas turbias, penetraba las rendijas de ventilación del aerodeslizador. Silik Grubert, agente de cibercrimenes, había recibido su pedido: un vaso de 12 onzas de expreso americano. Probo un sorbo para determinar su sabor. Sobre el panel de control del aerodeslizador tenia una moleskine negra y un estilógrafo desechable, prefería el papel antes que la pantalla. Había garabateado algunas notas en la página correspondiente a lo que parecía un seguimiento de caso, que inicio el 5 de diciembre. Soltó el estilógrafo y alzo la mirada para contemplar los alrededores del complejo industrial: enormes chimeneas, ladrillo, cemento y graffitis tachados. Volvió a las notas y una de ellas, en un post-it amarillo llamo su atención: Krampus. Grubert se especializó en malwares, sofware malicioso, cuyos daños afectaban a los consorcios y multinacionales de tecnología aplicada. Desde el reporte de 2008 de la Symantec Corp, el ritmo de crecimiento de estos malware superaban las aplicaciones legitimas. El primer caso de Grubert, Dambala, fue un malware que afecto las unidades móviles de la policía y libero un gran número de reos, entre ellos azabaches y calacas, de la prisión estatal, tras años de seguimiento detecto la fuente, el pin de su creador, un hacker creyente de la religión vudú.

Hacia unos cuantos días recibió una asignación particular, el jefe de departamento de ciberseguridad había anotado el post-it, le paso un folio lleno de registros e incursiones de este malware reportado como k1ampu5, no era cualquier clase de malware aficionado, según la descripción era una perfecta combinación de rootkits y spywares que se infiltraban sin ser detectados por sistemas operativos convencionales. En otra de las hojas del archivo estaba una tabla de datos, algunas con resaltador, que mostraba las victimas potenciales de k1ampu5. Tomo otro sorbo del expreso, tecleo el monitor táctil del panel de instrumentos, abrió su lista de contactos hasta encontrar el registro del azabache infiltrado Astral Verb. – hola habla verb astral, es tu turno, deja tu solicitud – jamás contestaba, sabia que podían triangular su señal en cuestión de segundos, lo de las películas policiales cayo en desuso, tres minutos era una eternidad. – habla Silik, tengo los reportes de ataque del k1ampu5, es un buen canje para obtener mas información sobre 5an_n1c0la5, no hay mucho tiempo, la oferta expira en dos horas – colgó, tomo los últimos sorbos del expreso, encendió el aerodeslizador y tomo la autopista aérea noroeste.

– nuevo mensaje – advirtió el notificador del dispmov de Astral Verb. Conecto el dispositivo a una línea segura, una suerte de inhibidor de rastreo, tomaba las medidas necesarias para que no fuese interceptado. Verb escucho el mensaje – Silik quiere negociar – miro hacia la holopantalla de su despacho en la que se proyectaba el noticiero, al parecer un equipo de infiltración, hizo un allanamiento a las bodegas cercanas a su área. – tomo su dispmov y envió una respuesta a Silik – tenemos un trato, nos vemos cerca de los túneles en media hora – apago el aparato y se dispuso a salir. Astral Verb  forjo su reputación de azabache traficando software de intrusión y malwares. Comenzó como un seguidor del clan de legba y el barón samedi que se atrincheraban en el tétrico sector de San José. Cuando fueron perseguidos Verb abrió una nueva secta que invocaba entidades nórdicas, para finalmente perfilarse en demonios cibernéticos. Los expertos no daban fe de sus rituales ciberchamanicos, ante la incredulidad y el escepticismo se refugio en los sótanos de San Vitoco para crear su propio clan. No cualquiera puede tratar con los azabaches, su precio puede oscilar desde unos cuantos dólares negros hasta partes del cuerpo, en especial los dientes: premolares, muelas del juicio y colmillos.   

Silik aterrizo en la intersección de la Jiménez con séptima. Al decender del aerodeslizador noto un cambio en el aire, no estaba tan turbio, se sentía mas ligero. Miró en todas las direcciones asegurando que nadie estuviese observando, sin embargo también activo el radar térmico de sus lentes, solo noto un par de indigentes.  Los túneles estaban adornados por murales callejeros de renombrados artistas como lescivo, toxicomano y guache; en cuanto al mobiliario parecía haber sido sacado de un catalogo de diseño suizo. Habían pantallas holográficas que proyectaban infomerciales del conglomerado KFK, el mayor proveedor de artículos y servicios que reemplazo a los consorcios españoles y americanos.


– No hacia mucho que k1ampu5 se expandió rápidamente – era la voz grave de Verb – todo sistema que infiltra cae como piezas de domino – Verb se acerco pausadamente. – se nota que estas en apuros eh – le respondió Silik con tono satírico – aquí tienes toda la información, parece un trabajo de Tech-bridge, su algoritmo parece encriptado base ocho. La notación del k1ampu5 vulneraba  las defensas de cualquier sistema hasta fragmentarlas sin ser detectado.  Verb tomo el folio que le paso Silik, lo miro por encima, – quieres información 5an N1c01á5 ¿verdad?, el trato es que usare el krampus y si funciona te entregare en un archivo encriptado lo que quieres – saco su pipa e inhaló fugazmente – es simple, tus amigos polis me tienen cercado, inserto el krampus, cae la red y podré operar por un par de días, si resulta todo se te entregara acorde al plan.  Verb quería imponer a Los azabaches sobre los llaneros y calacas; los clanes mas fuertes de SanVitoco, querían tomar el control de la zona y para eso requería invocar fuerzas cibernéticas ocultas, Verb sabia que jugaba con algo mas fuerte que el fuego, jugaba con fuerzas poderosas que solo responden a su libre albedrío.  

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