martes, 30 de noviembre de 2021

¿EL PRIMER CONTACTO ALIENIGENA EN COLOMBIA? Una reseña de Tierra Contrafuro de Luis Carlos Barragán

Luis Carlos Barragán es sinónimo de ruptura con el espejismo de lo convencional, sobre todo en lo que a narrativa se refiere. Su búsqueda estética le ha llevado a explorar la corporalidad y la relación con un entorno marcado por el conflicto como dispositivos visuales y literarios, extrapolándolos en un extrañamiento que les aporta a sus relatos un punto de vista innovador, no es casualidad la fascinación que despierta en quienes siguen su obra y quienes se acercan por primera vez. Su mas reciente novela, Tierra Contrafuturo (Minotauro 2021), toma como punto de partida el contacto alienígena y las consecuencias que este acontecimiento traería a un país que no produce tecnología y depende de las potencias del primer mundo.

El primer aspecto a resaltar son los protagonistas, aquí ya establece la primera ruptura. Por un lado, esta María del Carmen Saavedra, una abnegada madre cuyo hijo solo le ha traído decepciones, será la primera protagonista. Por el otro esta Samuel Rojas, asistente de un profesor cuyo un negocio on-line de venta de conejos en vía de extinción, quien ya no siente algún apego por su existencia. Ellos llegaran al sitio conocido como La Puerta del Vaupés, el lugar donde apareció una nave espacial que levita sobre una especie de membrana ovalada, esta sería la segunda ruptura pues la nave en cuestión no se parece en nada al Enterprise o al Milenium Falcon, es más bien un sólido platónico operado de manera singular. En la zona ocurren una serie de cambios en el ecosistema y las personas que están en el área, científicos y militares, experimentan un éxtasis tal que no necesitan ni comer ni vestirse. Doña María y Sami huyen en la nave sin mas escapando a sus vidas carentes de sentido.

Ilustracion de Luis Carlos Barragan

Con estas dos primeras rupturas con los tropos habituales del género alienígena, vendrán otras que también van proyectando nuestra realidad nacional: un presidente inexperto que rompe relaciones con la potencia americana, congresos diplomáticos que expresan su inseguridad en confiar a Colombia un protagonismo tan grande cuando nunca habían tratado con alienígenas, el intercambio social y comercial entre razas extra planetarias y los terrícolas; en resumen se puede decir que se evidencia ese complejo de inferioridad que se ancla en nuestro ADN al punto de seguir los patrones de obediencia y miedo frente a lo que no comprendemos. Habitualmente los encuentros alienígenas solo pertenecían a los estadounidenses – los únicos con los recursos para detener la amenaza, los invasores siempre llegaban a Washington o a Los Ángeles, sin embargo, con El Eternauta, la mítica historieta escrita por Hector German Oesterheld e ilustrada por Solano López en 1957, el lugar será desplazado, los aliens se fijaron en una ciudad suramericana como lo es Buenos Aires. Otra muy distinta es la que propone H.G. Wells con La Guerra de los Mundos (1897) en la que los invasores llegan a Inglaterra, y lo hacen de manera violenta. En Tierra Contrafuturo la llegada alienígena es mas bien incierta y se trata más de alienígenas que huyen y humanos que buscan otra posibilidad.

Ilustracion de Luis Carlos Barragan

Sin duda una historia fascinante que nos va develando las capas que nos envuelven como seres humanos, lo que podría pasar con un acontecimiento de gran envergadura, el papel de los medios y la burocracia, además de mostrar esa naturaleza primitiva que se refugia en el miedo al futuro y como los poderes económicos y políticos buscaran aferrarse a esa roca mientras las olas del progreso siguen golpeándolos sin descanso. Muy recomendada para quienes gustan de relatos extraños y al mismo tiempo que reflejan nuestra realidad local.

Ficha tecnica 

Editorial: Minotauro
Colección: Fuera de colección
Número de páginas: 440

domingo, 21 de noviembre de 2021

La cortina que no cayo

 

En los últimos días el hype del live action de Cowboy Bebop tiene a los seguidores comentando a diestra y siniestra. Los live action en ocasiones son buenos, un caso interesante es el de Rurōni Kenshin, mejor conocida como “Samurai X”, cuya fidelidad visual y narrativa la hacen muy efectiva. Mientras la atención recae sobre Spike y la tripulación de la Bebop, me repetí una distopia que vi hace un buen tiempo: 1983.

Esta serie polaca, estrenada en 2018 por Netflix, toma bastante de la esencia de 1984 de George Orwell. Para quienes aun no la han leído, Orwell nos transporta a un escenario en el que el poder esta en manos de un partido socialista, el ingsoc (Socialismo Inglés), cuyo líder bautizado como el gran hermano ha impuesto un estado policial y dictatorial que una minoría no comparte del todo. Es ahí donde entra su protagonista Winston Smith, empleado del Ministerio de Informacion, encargado de modificar los reportes históricos por los que demande el partido. Winston ya no cree en el partido y ha escuchado de un movimiento insurgente que puede acabar con esta situación, pero ese camino lo conducirá a conocer los mecanismos del poder que lo convertirán en un cadáver viviente, un ente vacio, que pronto será olvidado y convertido en una cifra mas. Si, lamentablemente la revolución no triunfa y por eso la referencia mas popular sea el concepto de gran hermano, el ojo que todo lo ve.

Volviendo a 1983, creada por Joshua Long, actor y productor conocido por Historias de Miedo para contar en la oscuridad (2019) nos lleva a Polonia en el año 2003, 20 años después de los atentados que impiden que Polonia se libere del yugo soviético. Alli conoceremos a Kajetan Skowron, un idealista estudiante de derecho quien ha sido apadrinado por el estado desde los atentados que le arrebataron a sus padres. Tambien esta Anatol Janów, un investigador de la policía que alguna vez creyó en el sistema y que ahora trabaja en una división de casos menores. Kajetan recibirá de uno de sus profesores un paquete de documentos que cuestionara su ethos, en especial la relación de la verdad y la justicia, este será el detonante que ponga en marcha una serie de acontecimientos que coloquen en duda lo aprendido y revele la cosnpiracion detrás de la consolidación del partido.

Justamente Kajetan será puesto en el camino de Anatol para develar un caso que pondrá en evidencia a importantes miembros del partido. Las pistas los iran llevando a conectar la red de trafico vietnamita con un movimiento insurgente que busca desestabilizar al partido y liberar a Polonia de la sombra soviética. Sin duda es un producto audiovisual con una marcada estética cyberpunk y muy noir, a lo Blade Runner, con mucho neon y hight tech, que se ve un tanto desvanecido por los diálogos y el desarrollo de los personajes que se van diseminando en las subtramas que surgen en cada capitulo que no cierran satisfactoriamente. Lo que si es destacable es las ideas en relación a la imposición de creencias. En las altas esferas se ve como la devoción al partido les ha devuelto la confianza y la credibilidad en las instituciones, pero en las áreas rurales por ejemplo su fe esta en la encarnación divina del creador; entre estos se encuentran los escépticos que ponen su confianza en la intuición y en la acción directa.

Sin duda una historia que tiene matices interesantes en torno a los juegos de poder, las relaciones internacionales, el control social y sobre todo su reflexión sobre lo que ocurre con las personas mismas que aun persisten en defender lo indefendible, de poner su destino en manos de una minoría que no siempre están en función del pueblo sino de sus propios intereses. Dense la oportunidad de verla y sacar sus conclusiones.


lunes, 1 de noviembre de 2021

PINILLA ISLAND: UN ENCUENTRO CON EL TRIANGULO DE ORO


Jairo Pinilla es sinónimo de cine autogestionado, de recursividad y de un toque particular donde lo sobrenatural y lo ficticio cabalgan a lomo de supersticiones y alivios cómicos. Desde sus inicios se plantea desarrollar historias sobre aquello a lo que teme: ataúdes, serpientes, cementerios, altares tenebrosos y la muerte. Obsesiones que lo han llevado a convertirse en productor, director, editor, guionista y hasta publicista de sus filmes. Hace pocos días, el 28 de octubre para ser exactos, gracias a la invitación de Chapinero Mutantex, marca de camisetas de ciencia ficción y terror, con motivo de su primer aniversario, me invitaron a charlar sobre el maestro Jairo Pinilla.

Al llegar al auditorio de la Valija de Fuego, lugar donde se realizó el encuentro, comencé a preparar lo que quería expresar sobre una de sus películas que me marco desde pequeño: Triángulo de Oro (1984). No tenia mi habitual apoyo de imágenes, así que decidí improvisar algunas palabras sobre las impresiones que me causaba esta película, palabras que el maestro Pinilla recibía con beneplácito y sorpresa, y no es para menos, sus películas siempre fueron criticadas por los expertos que escribían sobre cine, incluso decían que eran filmes primitivos, básicos y carentes de técnica alguna. Aprovechando la presencia del maestro le pregunte ¿Cuál fue la idea para escribir Triangulo de Oro? Y lo interesante fue la respuesta.

Como si se tratara de un antiguo ritual chamánico, el maestro pinilla se toma la palabra y comienza a contar sus inicios en la industria fílmica cuando se le ocurrió la historia sobre un ataúd y que luego se convertiría en su primer largometraje: Funeral Siniestro (1977). Un camionero vendió su vehículo y con ese monto se realizó la producción. En su testimonio pude ver a ese devoto de la virgen, su ser de luz, su guía, a la que siempre pide ayuda en las dificultades. La película tenía que competir con Cantinflas patrullero 777, una dura prueba que él decidió afrontar y decirle a su patrocinador “toda la plata que ingrese de la taquilla es suya”, pero unos días después todo cambio. El 12 de octubre, un jueves festivo, la taquilla de “funeral siniestro” estaba agotada en todas las funciones, todo un milagro que ha convertido a esta película en clásico de culto. Luego contaría sobre “Área Maldita” en la que una serpiente adicta a la marihuana asesina a todo aquel que se meta con su cultivo, para ese entonces estaba en auge la bonanza marimbera, como se le conoció al trafico de marihuana proveniente de la Guajira. Y tras varios prolegómenos por fin llego al núcleo de la pregunta: escribir Triangulo de Oro.

“Quería cambiar de tema, ya estaba mucho tiempo hablando de terror, por eso me fui por la ficción” Para Pinilla el cine es un lugar donde todo puede ser posible, incluso la imaginación misma. Así las cosas, escribió unas líneas que luego serian la base de su relato: “La tripulación de una embarcación se topará con una extraña isla que solamente es visible desde cierto ángulo. Al desembarcar en ella se encontrarán con extrañas situaciones y criaturas de otro mundo, regidas por un enigmático triángulo dorado.” La producción los llevo a filmar en varios lugares, entre ellos Panamá, Cartagena y Usaquén. Una combinación de la isla del tesoro con artes marciales y superstición; hacen de este filme un digno inicio de lo que seria hoy el New Weird, con toques del Gótico Tropical de Ospina. No lo había comentado, pero Pinilla es Caleño y lleva en la sangre ese impulso cinéfilo que dio origen al famoso Caliwood. Triangulo de Oro vino a ser el primer filme que usara efectos especiales, atrayendo a una gran audiencia a los teatros de la ciudad de Bogota. Los espectadores y espectadoras salían emocionados y no podían dar crédito que eso fuese hecho en Colombia.

En si Triangulo de Oro nos habla de la desaparición repentina de una joven en una isla que se oculta a la vista de los ingenuos. Un lugar con vida propia que puede volver loco a quien ingresa en ella y no es bienvenido. En la isla se encuentra un altar liderado por una Pirámide dorada y unas calaveras que, al parecer, controlan la isla, y quien se acerca es aturdido por un horrible sonido que puede romper los tímpanos. Sin duda Pinilla logra transportarnos por un lapso de 90 minutos a ese lugar tan distante y hacerlo cercano, logra activar la imaginación y las emociones más profundas despertando esos temores infundados que nos acompañan desde nuestros primeros días en la tierra. Tal vez quien la vea ahora sentirá que no es algo del otro mundo, pero esa primera vez que la vi en televisión nacional me marcaria a tal punto que por eso soy tan devoto de la ciencia ficción y la imaginación, los principales combustibles para hacer lo que he realizado. Muchas gracias maestro Jairo Pinilla por avivar la llama creativa y seguir en pie de lucha.

De nuevo mil gracias a Chapinero Mutantex por la invitación y por la confianza para este espacio. Feliz aniversario y que se repita. 

Editotial 138: Trascender lo humano para mejorarlo, Cyborgs y quimeras ciberneticas

¿Existe la posibilidad de que una persona pueda recuperarse luego de un incidente catastrófico? El escritor Martin Caidin se hizo esta pregu...