¿Cómo resumir “Los hijos de la Diosa Huracán" en un
solo tipo de libro? No podría. Daína Chaviano ha construido una obra de ficción
histórica, muy bien documentada, por cierto, pero que al mismo tiempo contiene
un thriller, una historia de amor y hasta una aventura épica.
"Los hijos de la
Diosa Huracán" se desarrolla en dos períodos distintos. Por un lado, en la
actualidad, conocemos a Alicia Solomón, residente en Miami, experta en criptología
y documentos antiguos. Cuando era pequeña, fue encontrada en una balsa a la
deriva, por lo que fue llamada “la niña milagro”, antes de ese evento ella no
recuerda nada. Su vida cambia drásticamente cuando recibe el encargo de su tio
Virgilio, residente en Cuba, para que descifre un manuscrito del siglo XVI. Por
otro lado, nos trasladamos al año 1503 y encontramos a Juana y su padre, Jacobo,
experto encuadernador. Ellos viven en España, pero deben escapar del país a
causa de la envidia de Torcuano el viejo, quien busca la manera de librarse de
Jacobo denunciando que pertenece al judaísmo, a pesar de ser católico converso
y su viaje los llevara a Cuba, que antes se llamaba La Española.
Las dos historias, la del pasado y la del presente, están
perfectamente conectadas. Alicia, a través del manuscrito, va descubriendo la
historia de Juana, al mismo tiempo que comienza a conectar con esa memoria olvidada
de su linaje y la misteriosa marca que porta. Las descripciones aportadas por
Juana conectan con la cultura Taina, los nativos de la isla que, según la
historia oficial, habían desaparecido. Chaviano nos relata con mucha claridad
cómo era la vida en esa época, lo que hace fácil imaginarse en el siglo XVI.
Personalmente, no conocía la historia de Cuba y sus pueblos indígenas, sobre
todo los taínos, una tribu llena de misticismo y dioses.
Sin duda los personajes están muy bien desarrollados,
especialmente los femeninos, Alicia y Juana. Su arco de transformación obedece
a las circunstancias y las situaciones que deben afrontar, convirtiéndolas en
mujeres fuertes y valientes. Leer la historia de Juana ha sido enriquecedor,
este personaje es el centro de toda la trama. Su relación con los taínos me ha
encantado, la autora nos obsequia una mirada a ese proceso de colonización de
la isla y adicional a esto, algo que también me entusiasmó bastante fue la incorporación
de La Hermandad – una suerte de tradición premasonica- y todo lo relacionado a
la cultura del libro. Justamente las conexiones de esa enorme red establecida
por La Hermandad, sus códigos y lenguajes, nos presenta una
Pongámonos en contexto con la época, siglo XVI. La iglesia
católica tenía "la razón y la verdad", todo lo demás era considerado
herejía. Los taínos veneraban a sus dioses y eran perseguidos por la iglesia
para que abandonaran su fe o enfrentarían castigos. Aquí, Juana jugará un papel
muy importante. Y en la época actual, experimentaremos un thriller junto a
Alicia, donde hay una conspiración para que el legado, un manuscrito que revela
el verdadero sentido del gobierno de cuba, no sea revelado. A lo largo de la
novela, las vidas de Alicia y Juana estarán unidas por un vínculo invisible de
cinco siglos. En cuanto a la investigación, es evidente que la autora se ha
documentado muy bien, se siente el amor que tiene por su Cuba, y ha tratado con
gran respeto la historia de sus pueblos indígenas y sus leyendas. Quisiera
destacar la hermosa edición de Grijalbo, con tapa dura y sobrecubierta, y en el
interior podemos encontrar un mapa a color de las islas caribeñas de esa época,
realizado en 1763 por Giuseppe María Terreni.
En resumen, "Los hijos de la Diosa Huracán" es una
novela histórica de aventura grandiosa, donde se muestra lo mejor y lo peor de
las personas, también hay magia, amor y un poco de tensión. Todos los elementos
necesarios para disfrutar de un buen libro.
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