lunes, 22 de febrero de 2021

Una Hipersticion que contagio la industria musical: una reseña de "David Bowie posthumanismo sónico" (Holobionte, 2021)

 


Mi primer contacto con Federico Stahl y con Ramiro Sanchiz, su biógrafo, fue en la Feria del Libro del año 2019. Un joven editor, doctorado en ciencia ficción, hizo los arreglos para el encuentro. Intercambiamos nuestras obras, yo le entregue algunas copias de Ficciorama y el me entrego “Las Imitaciones”, su más reciente incursión sobre la hipótesis de “como seria si David Bowie fuese uruguayo”, bueno, así me la presentaron, pero era algo distinto. Sentí que, en cada palabra, cada frase, se escondía una obsesión por descifrar al enigmático camaleón del rock.

El siguiente paso fue agregarlo en redes y seguir cada una de sus publicaciones. Allí me entere de su fascinación por el trabajo de un grupo de intelectuales de la Universidad de Warwick que definieron una lente para estudiar el impacto del sistema neoliberal en el cambio social, desde la ficción especulativa, conocida como Aceleracionismo. Uno de sus principales ideólogos es Nick Land y, como era de esperarse, Sanchiz hace la traducción de Fanged Noumena, un recopilatorio de los ensayos de Land alrededor de su interpretación del anti-edipo de Deleuze y Guattari, Marx, el cyberpunk y la supremacía de las maquinas. Gracias a esto también conocí la obra de Nick Land, Franco “Bifo” Berardi y Simon Reynolds. En fin, todo estaba alineándose para llevarme a lo que seria el apotegma que conectaría estos indicios: David Bowie, Posthumanismo Sónico. (Holobionte, 2021)

Desde la primera línea en adelante este ensayo, centrado en Bowie, pero como proceso y no como sujeto, amplia el espectro sobre su figura, su presencia en otros artistas y la presencia de esos otros en él, una hiperstición (un concepto desarrollado por Nick Land y la Cybernetic Culture Research Unit (CCRU) que refiere a una idea performativa que provoca su propia realidad, una ficción que crea el futuro que predice) que se configura en los pliegues de una cultura que proyecta sus múltiples avatares que van desde Ziggy Stardust hasta Black Star en la esfera mediática, desahuciando la noción del verdadero Bowie. El proceso Bowie pasa por ciertas fases: contagio, contaminación, swarmachine, apertura, procesos, paisajes / objetos, máscaras, parásitos y salida. Sanchiz no esta solo en esta ambiciosa empresa, se rodea de esos agentes de afuera que operan en la red de Stahl: H.P. Lovecraft, Brian Eno, Kathy Acker, William Burroghs, Amy Ireland, J.G. Ballard, Nick Land, Donna Haraway, David Lynch, Sadie Plant, Philip Jeffries, el Duque Blanco y Ziggy Stardust.

 Este contraespionaje deja como resultado un elaborado cut-up plegado hábilmente que sirve a un propósito dado por la teoría ficción: minar los limites de lo convencional para descubrir en las fisuras todo aquello que la cultura oficial oculta, revelar la cara oculta, el lado B de uno de los grandes iconos de la industria musical que ha dejado huella en sus seguidores y seguidoras, rastros que nos conducen a sus caracterizaciones en busca de una esencia que variaba con los caprichos del circuito musical, mas aun en un periodo lleno de cambios radicales que llevaron a la entidad Bowie a convertirse en una Estrella Negra. En resumidas cuentas, una lectura obligada para quienes quieren ampliar la mirada y ver esas otras caras del prisma, muy recomendado

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