Tal vez pocos, como yo, desconocían el trabajo del escritor escocés
Philip Kerr (1956-). Los muchos que la conocerán podrán saber más detalles sobre las
condiciones materiales que permean su obra literaria, por lo menos hablare
desde el sesgo de la único titulo que he leído de él Una investigación filosófica (1993). En la producción literaria
de la ciencia ficción existen obras que insertan personajes reales como el caso
de Tim Powers y Las puertas de Anubis (1983)
en la que aparece el poeta Lord Byron, en Criptonomicón
(1999) de Neal Stephenson aparece el matemático Alan Turing. En Una investigación filosofica Kerr
desborda la figura del filosofo Ludwig Wittgenstein, el primero en reflexionar
sobre las implicaciones del lenguaje en su uso y los efectos que produce en el
pensamiento. Digo que desborda en la medida que es solo el pseudónimo de un
asesino en serie que intenta hacer del mundo un lugar mejor. En su prosa Kerr
combina los recursos de la novela policiaca y la ciencia ficción para
transportarnos a una Londres organizada cuya fuerza policial trabaja duro para
mantener el orden en las calles con el apoyo de una sofisticada red informática
y un nuevo programa que mantiene bajo vigilancia a los que carecen del inhibidor
cerebral de las reacciones agresivas NMV. Isadora Jakowicz, “Jake”, la inspectora jefe de New Scotland
Yard, es puesta a cargo para dar con el asesino que esta acabando con los
NVM-negativos que están en el programa Lombroso. Lo que al principio parecen
datos desperdigados e inconexos van tomando un patrón que apunta a un
trepidante desenlace. Sin duda combina nombres, bases de datos, mucha acción y
la maravillosa transcripción de los diarios del asesino, titulados como los
cuadernos azul y marrón (similar a los cuadernos del Wittgenstein real) que
Jake leerá para penetrar la mente
de su ingenioso oponente. Muy recomendada para aquellos que gustan del film
noir y el suspense.
Para saber mas de esta obra, consulten el siguiente link
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