lunes, 8 de junio de 2015

¿De quién nos protegemos?


©Alan Moore y Dave Gibbons 1986-1987
 Entre 1986 y 1987 se publicaría una serie innovadora de cómics, doce entregas para ser exactos, que cambiarían el panorama del noveno arte radicalmente: Watchmen. Los superhombres de mallas y capa estaban atravesando una crisis, se estaban sepultando vivos, las tramas eran demasiado planas, no existían muchas posibilidades a menos que salieran del sueño adolescente.
 Charlton Cómics, una pequeña editorial fundada desde 1946, tenia una extraña variedad de personajes que en los 80 fueron adquiridos por DC Cómics. Entre estos estaban: Blue Beetle, The Question, Captain Atom, Nightshade, Nite Owl, Peacemaker y Thunderbolt; roles que pronto mudarían a una segunda piel que cambiara la forma de leer y hacer cómics. Dichos protagonistas serian usados en un nuevo titulo para la editorial que dio luz a la legión de metahumanos que tanto han deleitado a niños y adultos. El Editor en jefe Dick Giordano encargo a Moore, acompañado del talentoso Dave Gibbons en los dibujos, usar estos personajes en una historia titulada ¿quién mato al peacemaker? (Who kill the peacemaker?). El proyecto tenia luz verde, Moore trabaja a toda marcha junto a Gibbons, sin embargo, a mitad el proyecto se suspende, según Giordano, por su extensa carga conceptual. Moore quiere tirar todo al traste, es Gibbons quien le propone modificar lo que ya habían trabajado para convertirla en la obra maestra que cambiaria el panorama convencional del  comic de finales de los ochenta, titulada como Watchmen.



El noveno arte, en opinión de Moore, atravesaban un periodo de mediocridad que requería ser superado. Influenciado por el uso que hacia el escritor William Burroughs de “símbolos repetidos repletos de significado” en la única tira cómica que realizo, The Unspeakable Mr. Hart, para la revista británica Cyclops[1], Al respecto Moore dirá:
“Yo diría que Burroughs es una de mis mayores influencias (…) No el rollo cut-up sino su forma de pensar sobre la manera en que la palabra y la imagen son usadas para el control, y su efectos potencialmente más subversivos. Me sorprende que Burroughs no hiciera más tiras cómicas él mismo. Hasta donde yo sé, sólo hizo una para una revista llamada Cyclops, una revista underground británica que salió en 1969. Sólo duró cuatro números; Burroughs y un artista, creo que llamado Malcom McNeill, hicieron una tira titulada The Unspeakable Mr. Hart. Siempre pensé que el cómic sería un medio perfecto para Burroughs. Con Watchmen intentaba llevar alguna de sus ideas a la práctica, la idea de símbolos repetidos que pasaran a estar cargados de significado. Puedes casi tocarlos como la música. Tendrías esos pequeñas temas musicales que surgirían a lo largo de todo el trabajo.” (https://comicopia.wordpress.com/2009/03/01/los-comics-de-william-burroughs/)
Gibbons, un dibujante autodidacta que inicio como rotulista, tenia unos bocetos de unos personajes que sirvieron de base para los primeros vigilantes, los minutemen, y comenzó a trabajar en la apariencia de los personajes basado en los viejos personajes de Chalton: The Question seria Rorschach, Captain Atom el Dr. Manhattan, Peacemeaker seria The Comedian, Blue Beetle seria Nite Owl, ThunderBolt seria Ozzymandias y Night Shade seria Silk Spectre. En principio el material que tenían daba para seis revistas, por lo que optaron por incluir algunos escritos que complementaran el perfil biográfico de los personajes. 
©Alan Moore y Dave Gibbons 1986-1987
Moore utilizó la historia como un medio para reflejar las ansiedades contemporáneas y criticar el concepto de superhéroe. Watchmen desarrolla su trama en una ucronía[2] o realidad alternativa, que más allá de reflejar amplifica fielmente el mundo contemporáneo de los 80. En este escenario los superhéroes existen, la mayoría están acabados o con prohibición de ejercer gracias al acto firmado por el presidente reelegido por tercera vez Richard Nixon[3], quien considera que su existencia en Estados Unidos puede ser perjudicial para la sociedad. Incluso ganan la Guerra de Vietnam, con la ayuda del Dr. Manhattan, un Übermensch[4]  producto de un accidente de laboratorio, que todo lo puede. Por supuesto, la existencia del Dr. Manhattan también ha generado un aumento de las tensiones con la URSS y la guerra fría en curso. La serie comienza con el asesinato de un superhéroe llamado El Comediante, el cual es arrojado por la ventana de su apartamento por alguien tremendamente poderoso. Rorschach, otro héroe extraño que actúa con la ley del talión bajo el brazo, empieza a investigar el caso por si es verdad que hay alguien que le ha dado por matar superhéroes. Rorschach cree haber descubierto un complot para terminar con los vigilantes y va a advertir a cada uno de sus compañeros: Dan Dreiberg (anteriormente el segundo Búho Nocturno), el distante Dr. Manhattan (el que fuera el humano Jon Osterman) y su amante Laurie (la segunda Espectro de Seda). También recurre a Adrián Veidt (el que una vez fuera Ozymandias, el hombre más inteligente del mundo). Aún así no se fía de ninguno. La historia se centra en el desarrollo personal y de las luchas de los protagonistas como una investigación sobre el asesinato de un superhéroe patrocinado por el gobierno que los saca de su retiro, y, finalmente, les lleva a enfrentarse a un complot que evita la guerra nuclear matando a millones de personas.
Creativamente, el enfoque de Watchmen está en su propia estructura. Gibbons utiliza un diseño de cuadrícula de nueve paneles en toda la serie y añade símbolos recurrentes, tales como el ícono de smiley manchada de sangre. Todos los capítulos, excepto el último, presentan documentos ficticios que se suman al trasfondo de la serie, y el relato se entrelaza con el de la otra historia, un cómic sobre piratas titulado Relatos del Navío Negro, que uno de los personajes lee. Estructurada como una narración no lineal, la historia salta a través del espacio, el tiempo y la trama. Watchmen ha recibido elogios de la crítica tanto en el cómic como en la prensa, y es considerado por la crítica como un texto seminal de un medio del cómic.





[1] Tal como bien recuerda Moore, el autor de El almuerzo desnudo guionizó en 1970 una serie de historietas denominada The unspeakable Mr. Hart para la que fue primera revista de cómic underground británica: Cyclops. De tirada importante y distribución nacional, este tabloide en formato A3 era editado por Graham Keen, ex-fotógrafo del principal periódico underground del Reino Unido, International Times (IT). Se publicaron desde Londres 4 números de 20 páginas al precio de 3 peniques entre julio y agosto de 1970. Su carestía y la combinación de artistas locales de inferior calidad junto con los norteamericanos provocaron su rápida extinción. No obstante, en sus páginas se  publicarían las cuatro entregas de esta historieta que recuerdan poderosamente al Mort Cinder de Oesterheld y Breccia.
[2] La ucronía es un género literario que también podría denominarse novela histórica alternativa, y que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como ocurrió en realidad (por ejemplo: los vencidos de determinada guerra serían los vencedores, o tal o cual rey continuó reinando durante mucho tiempo porque no murió fruto de las heridas recibidas). La ucronía especula sobre realidades alternativas ficticias, en las cuales los hechos se han desarrollado de diferente forma de como los conocemos. Esa línea histórica se desarrolla a partir de un evento histórico extensamente conocido, significativo, y/o relevante, en el ámbito universal o regional. Ese momento o acontecimiento común que separa a la realidad histórica conocida de la realidad ucrónica, se llama punto Jonbar.

Un punto Jonbar (a veces llamado erróneamente punto Jumbar) es un acontecimiento singular y relevante que determina la historia futura. Se denominan así en honor a John Barr, personaje de un relato de Jack Williamson de los años 1930 donde se crea un mundo si escoge un guijarro y otro diferente si coge un imán y se convierte en un gran científico.

[3] Nixon en la realidad no llego a cumplir con su primer mandato por el escándalo Watergate y el fracaso de Vietnam
[4] Übermensch (traducido como Superhombre, Suprahombre, Sobrehombre o Transhombre)1 [ˈʔyːbɐˌmɛnʲʃʷ] según Friedrich Wilhelm Nietzsche, es una persona capaz de generar su propio sistema de valores identificando como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad de poder. Este concepto parece proceder de la lectura de Nietzsche en la década de 1870 del ensayo "Der Einzige und sein Eigentum", publicado por Max Stirner en 1844. En 1874 Nietzsche prestó a su alumno, Baumgartner, la obra de Stirner, sacada de la Biblioteca de Basilea.

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