DE AMERICA CON AMOR: UNA RESEÑA DE BLACK WIDOW (Cate Shortland, 2021)

 

Los lectores asiduos de historietas, esos que no escatiman en invertir tiempo escudriñando los detalles, entienden que los relatos proyectados en las dinámicas secuencias de viñetas son metáforas de la vida real. Somos propensos a construir realidades, convertirnos en demiurgos de un lugar en el que se pueda tener el control, al mismo tiempo que permita desarrollar ese deseo mas profundo que obedece a la matriz cultural instalada exitosamente por el circuito cultural y social al que esta expuesto. Si eso pasa con las historietas, imaginen lo que ocurre al poner la misma voluntad inquisitiva en una película. Como parte de una relación sinérgica la historieta toma prestados partes de sus recursos visuales y luego el cine tomara prestados ciertos aspectos de la forma. Cuando una historieta es llevada a la pantalla grande, se expone a un alto riesgo que tiene por finalidad cautivar y atraer tanto al ´publico nuevo como a los seguidores y seguidoras habituales. El conflicto esta en la forma que cada uno desarrolla, a su modo, la estructura narrativa. En una historieta es muy fácil saber como terminara, solo basta con llegar a la última página; sin embargo, en una película debes aguantar y ser paciente, serán dos horas de tu vida invertidas en tal propósito. Al final tu percepción dará un veredicto. Puede que se salve o realmente haya defraudado la fidelidad narrativa.

“Black Widow” (2021), la reciente entrega del MCU (Universo Cinematográfico de Marvel), se presenta como el punto de origen para entender la cosmovisión del personaje. La historia de Natasha Romanov es un mosaico heredado de las novelas de espionaje, la historia de la rusia zarista y toda la mitología del régimen estalinista. Así las cosas, Natalia es solo un alias, una identidad impuesta por una organización secreta que opera en el subsuelo del régimen, que busca hacerse al control del mundo – el viejo sueño de los villanos de la edad dorada –, ella ha sido entrenada para ser la perfecta asesina al servicio del ideal soviético, pero, ¿qué pasa cuando escapa y se da cuenta que puede tomar sus decisiones y cambiar de bando? ¿Cuál seria la opción correcta? ¿en quien confiar y en quien no? Preguntas que ella misma tendrá que resolver, sabiendo que “le han robado su infancia, su verdadera familia y su libre albedrio”. Natasha Romanov decide convertirse en un baluarte del llamado mundo libre y defender el ideal del enemigo jurado del bloque soviético: Estados Unidos, la tierra de la libertad. La cuestión es cuando ese pasado que ha tratado de ocultar la alcanza, le acecha, con la única opción de cerrar ese ciclo y con ello descubrir su esencia.

Esta entrega, aplazada por la coyuntura pandémica y el retorno gradual bioseguro a las salas de cine, había generado sus propias expectativas dentro de los seguidores y seguidoras del personaje. Quizás algunos esperaban el recuento de su entrenamiento, escenas donde las maestras y maestros le enseñaban con dolor y sangre a convertirse en un arma letal al servicio del régimen. Otros esperaban algún cameo de un avenger o el de Stan Lee. Muy pocos, los que se han leído todas las historietas, querían ver a la verdadera familia de Natasha; bueno, ninguna de estas expectativas se cumplió. La historia nos lleva a escenas familiares en un típico suburbio de Ohio, niños jugando en el parque y madres llamando a la cena a las 6pm. El detonante ocurre cuando el padre de Natasha y Yalena – parte del programa de espionaje soviético – les dice que se preparen para una gran aventura: huir de los militares, han sido descubiertos por la Inteligencia Militar. El resto se convierte en momentos que agravan las heridas de la niña interior, pero que también le sirven para crear esa coraza emocional que la ayudara en su largo entrenamiento en el programa “Viuda Negra”.

De otra parte, una “viuda negra” descubre la manera de revertir los efectos del control mental implantado en las instalaciones de la “Habitación Roja”, un lugar que cambia constantemente de lugar y del que muy pocos recuerdan sus coordenadas, mediante un gas que al ser inhalado desactiva los nodos de control, siendo Yalena Belova – si la hermana de Natasha – la primera en ser “liberada” y por primera vez tomar su propia decisión. De otro lado el padre, conocido como el Guardian Rojo, está en prisión demostrando su fuerza y contando anécdotas de como venció al Capitan America (ese mismo que ayudo a las fuerzas criollas a ganar la batalla de Boyacá según la nueva historia de Polombia), que pretende ser el alivio cómico de la tensionante historia. Finalmente tenemos a la madre, la Dama de Hierro, que trabaja en una granja con cerdos entrenados – espero que Orwell no se indigne con esta referencia – este reencuentro llevara a tramar un plan para vencer al general Dreykov y desmantelar la red de viudas negras extendida por todo el mundo. Sin duda el espectro de Ian Flemming rondo en los diferentes lugares de rodaje, hasta muestran una escena de James Bond, caracterizado por Roger Moore, Moonraker de 1983. La película esta cargada con bastantes “easter eggs” para los fans dedicados.

Toda esta descripción del filme, sin llegar a dar spoilers, me lleva a decir que es una película entretenida, muy familiar (eso pasa cuando perteneces al ratón Mickey) y con unos buenos momentos de acción y humor; sin embargo, le falto algo, no se que en donde, pero siento que pudo ser mas interesante como precuela del personaje. En fin, vamos a ver que nos depara las próximas entregas del MCU, por lo pronto hemos de cerrar este expediente y seguir con nuestras preocupaciones cotidianas.