martes, 20 de diciembre de 2022

NOIR TONIC CON SOL EN LAS ROCAS

 

Quien pensaría que un noruego ex corredor de bolsa y líder guitarrista de la banda Di Derre (ganadora del prestigioso premio Gammleng en 1996), Jo Nesbo, se convertiría en un renombrado autor de novela negra a nivel mundial. Nacido el 29 de marzo de 1960, en Oslo, estudio Economía y Administración de Empresas, trabajo un tiempo como corredor de bolsa y a finales de los años 90 se entrego a la escritura. En 1997 se publica la primera entrega de la serie sobre el detective Harry Hole, titulada El Murciélago (Flaggermusmannen), el primer caso que lo llevara a las soleadas playas de Australia y a Queensland, un paraíso para los que buscan diversión alucinógena. El mismo Nesbo cuenta que la historia se le ocurrió en un vuelo que tomo a Australia, tomándole cinco semanas para su redacción. La serie en total tiene doce entregas que han sido editadas por el sello Peguin-Ramdon House en la colección Roja y Negra. Por lo pronto hablemos de este primer coctel narrativo.

Todo comienza con Inger Holter, una chica proveniente de Noruega que buscando una nueva vida decide viajar a Australia y vivir como una hippie, pero en dicha búsqueda ha sido asesinada en Queensland, un distrito donde todo es permitido. Los padres de la victima han solicitado que el detective Harry Hole, proveniente de Oslo, investigue la situación en colaboración con las autoridades australianas. Así las cosas, Harry viaja a Sídney donde será recibido por Andrew Kensington, un nativo que será su guía en el país afortunado. En las primeras páginas conocemos un Harry centrado en su objetivo, poco hablador y muy distante del licor, pero, a medida que el caso se va complejizando vamos conociendo otros matices que Harry Holy – así lo llaman los australianos – que nos harán descubrir su lado vulnerable, que se revela con Brigitta Enquist - una camarera pelirroja sueca – que servirá de confidente y de motivación para encontrar al asesino. Lo interesante es que al seguir las pistas Harry se topara con callejones sin salida, que en ciertos momentos parece que llega a la resolución, pero solo queda en una completa incertidumbre. Eso es lo fascinante de esta novela que la diferencia del noir habitual, los giros están muy bien plantados para sorprender al lector, aunque en ocasiones Nesbo nos desorienta con ciertas situaciones que desvían al lector, pero que al final logra dar un cierre muy truculento pero interesante.

Al indagar un poco más por el personaje de Harry Hole parece la encarnación de Kurt Wallander, personaje creado por el novelista sueco Henning Mankell (1948-2015), inspector de policía en la pequeña localidad de Ystad, al sur de Suecia. Sin duda ambos son la encarnación del estereotipo iniciado por Sam Spade y Philip Marlowe, pero con algunos toques que lo hacen sutilmente diferente y divertido, con un trasfondo que lo atormenta y los problemas con el alcohol; índices que Nesbo dosifica en varias conversaciones descritas en las 347 páginas de extensión. En términos de edición, la historia se organiza en tres partes compuestas por capítulos cortos, lo que ayuda a sentir que se avanza en su lectura, lo que también le permite hacer una suerte de “donde esta la bolita” en el que participamos como lectores y lectoras, aumentando así su amena experiencia. Recomiendo esta novela sobre todo por que Nesbo hace alarde de un conocimiento del genero y da ciertos guiños que llevan este tipo de relato a un nuevo nivel. Síganle la pista.

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