Corría el año de 1999. Thomas Anderson, programador de la compañía Metacortex, ha tomado una decisión: ingiere la pastilla roja, ya no quiere seguir en esa opresiva realidad creada por las maquinas. Luego vemos lo que parecen torres con capsulas llenas de humanos en estado embrionario y una especie de araña mecánica llega a la que albergaba a Thomas Anderson quien ahora despierta como Neo, en lo que parece una ciudad de máquinas. El rescate exitoso lo lleva a una nave, la Nabucodonosor, donde se encuentra Morpheus, el líder de la revolución contra las maquinas, quien ha tenido una visión: Neo es el elegido para acabar con el dominio de las máquinas sobre Sion. Al final Neo expresa su mensaje en una cabina telefónica: “Sé que tienes miedo. Nos temen a nosotros. Temes el cambio. Yo no conozco el futuro. No he venido para decirles cómo acabará todo esto. Al contrario, he venido a decirles cómo va a comenzar. Voy a colgar el teléfono y luego voy a enseñarles a todos lo que ustedes no quieren que vean. Les enseñaré un mundo sin ustedes. Un mundo sin reglas y sin controles, sin límites ni fronteras. Un mundo donde cualquier cosa sea posible. Lo que hagamos después, es una decisión que dejo en sus manos.” Con ustedes Matrix, película dirigida por las hermanas Wachowski, estrenada en 1999 y que sin duda produjo un impacto contundente en la cultura popular.
Al salir de la
sala de cine quede con una extraña sensación de la realidad. Me toque la nuca
para detectar si tenía el plug-in que me permitia conectar con la matrix. Trataba
de doblas cucharas sabiendo que no existía la cuchara. A veces veía las paredes
construidas por código html. En mi opinión era el pináculo estético y narrativo
del efímero movimiento ciberpunk: cables por todas partes, objetos retro como
el teléfono de disco, hackers intentando sabotear una realidad creada por un
complejo algoritmo y el orden corporativo y la hibridación tecnológica. Las
hermanas Wachowski buscaban conjugar diferentes estilos y con ello crear una
película de acción canónica, que sin duda sigue influyendo notoriamente en el
imaginario colectivo. En esos estilos estaba el western, las películas de
kung-fu, el anime Ghost in The Shell, el comic The Invisibles, Jean Baudrillard
y su Cultura y Simulacro, la cosmovisión teológica y los trajes de latex con
lentes oscuros.
El llamado de la
película era “despertar” y salir del bucle impuesto por la férrea creencia en
una rutina agobiante para sobrevivir al esclavizante orden capitalista. Luego
siguieron una serie de cortos animados que ampliaban los conceptos vistos en la
película, también una antología de comics y un videojuego: Enter the Matrix
(2003), estrenado el mismo día de la película Matrix Reloaded (2003). Este
universo transmedia influyo notoriamente en otras franquicias y fatigo al publico
que para la ultima entrega ya estaba cansado de tanto dialogo posmoderno y acción
predeterminada. Lo mas interesante, lo que realmente pretende esta historia, está
detrás de la rimbombante metáfora de las máquinas y la simulación creada por
una inteligencia artificial, que en resumidas cuentas es mostrar como los patrones
de comportamiento han llevado a la humanidad a un grado de conformismo tal que
solo siguen una rutina sin cuestionar por qué; de igual forma el ambiente
laboral de los cubículos sin ningún accesorio, fotografía o caricatura pegada a
la pared de drywall, como una radiografía de la deshumanización corporativa. En
ese sentido la reciente entrega de esta saga nos sigue mostrando la misma
critica al comportamiento humano que, a pesar del paso del tiempo, sigue en el
mismo bucle y no quiere despertar, es decir salir de sus creencias implantadas
y dejar de llenar las expectativas de alguien más.
Veintiún años después de la primera entrega de Matrix, Lana Wachowski estrena
la cuarta entrega titulada Matrix Resurrecciones. El consenso general, al menos
entre mis conocidos, es que es una historia floja. Sin duda el tiempo es implacable
con ciertas franquicias fílmicas y es que volver a ese mundo y actualizarlo a
nuestro acelerado presente, implica un desafío de alto riesgo. Rescato los
guiños a la trilogía que se van presentando como las figuras de acción, la
estatua del agente Smith, el viejo hotel donde inicia la historia, las escenas
de la primera película y la estética noir, esta vez sin tanto filtro verde. Sin
lugar a dudas Matrix representa, más allá de un mero entretenimiento, un
mecanismo de reflexión sobre el sistema social y muchas veces algo que ha sido leído
desde distintas aristas comienza a quedarse sin nada que ofrecer. En resumidas cuentas,
el efecto de la pastilla roja ha caducado, ni siquiera el time-bullet la pudo
salvar.
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