Comienzo esta declaración ontológica con el hecho de que la
noticia de tu retirement (muerte) me tomo
por sorpresa, estas líneas serán mi homenaje a tu legado y lo mucho que aportaste
a quien suscribe estas palabras en su proceso posgradual. Antes de empezar un paréntesis,
no los conocía pero gracias a ti termine adorando a McLuhan, a Wittgenstein y a
Walter Ong, cierro paréntesis. Mi primer recuerdo – no implantado – fue cuando
tome aquel seminario electivo en la maestría en Estudios Culturales, en la
Javeriana, que tome por allá en el 2015 al que bautizaste como “Lenguaje, Tecnología
y usos comunicativos” (me corregirán los que también la tomaron el seminario conmigo,
pero así lo recuerdo) el cual cambio mi manera de entender no solamente los
Estudios Culturales, también mi percepción sobre el lenguaje como tecnología.
Tengo presente como cada sesión era una invitación a combinar
esos desprestigiados productos de la cultura pop con la teoría y la distancia
critica que pocas veces o casi nada se aplican hoy dia en lo que a comunicación
refiere. Conejos transgénicos, celulares en busca de su condición ontológica, el
medio es el mensaje, mirarnos en el espejo retrovisor… y la imperdible “hagamos
estudios posculturales: Focault y el Ajiaco” aforismos que ampliaron mi manera
de entender a los teoricos sociales. Infinitas gracias a los primigenios por habernos
cruzado y tener aquel encuentro de tantos.
Fuiste de los pocos que conozco que combinaba a la perfección
la pasión por la música, la docencia y la escritura científica. Cada post
compartido en la red, cada articulo y cada libro resumen de manera esplendida
tu apuesta por darle a las series, películas, comics y la ciencia ficción; un
uso teórico tan valioso. Este enfoque ya te vale el ingreso al Valhalla
Madmaxiano que tanto profesaron los devotos del V8 y su líder Inmortan Joe, yo
te atestiguo.
Era una dura batalla la que llevaste los últimos meses, asi
como le ocurrió al buen general Mustaine, cuya energía brindaste para su recuperación
del cáncer. Master of the Ontologyverse, me diste el poder del Greyskull filosófico
y pusiste a andar mi atorada idea de tesis, de encontrar una veta narrativa que
no había explorado con anterioridad y de ser uno de los seguidores de
Ficciorama. Tu música, tus textos y palabras me han acompañado, me acompañan y
me acompañaran en los hostiles y distantes fragmentos de este futuro holográfico.
Se que, al igual que el líder replicante Roy, “viste cosas que nosotros nunca hubiésemos
podido imaginar. Tiburones de combate en llamas en el cinturón de Orión. Viste relámpagos
resplandeciendo en la oscuridad cerca de la puerta de McLuhan. Todos esos momentos
no se perderán en el tiempo, igual que lagrimas en la lluvia. Llego la hora de morir”
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