sábado, 15 de julio de 2017

EDITOTIAL 72


Mucho antes de que el cyberpunk se hiciera tan popular, estaba Bruce Sterling. Si bien William Gibson se considera el “padre”, Sterling es el“ ideólogo” del efímero destello contracultural llamado cyberpunk. Él preparo el escenario en el que poderosas corporaciones, humanos modificados y hackers deambulaban por las sobrepobladas urbes con un claro objetivo: sacudir los cimientos del avinagrado mercado editorial de la ciencia ficción de mediados de los ochenta. Para que se hagan una idea queridxs lectorxs, a principios de los años ochenta del siglo pasado el mundo era un distópico caldo de cultivo con especias de ultraderecha como la primera ministra Margaret Tharcher y el actor de westerns hecho presidente Ronald Reagan, no, no es como lo pintan los videoclips de MTV, las apariencias engañan.
Para los escritores jóvenes era igualmente un entorno difícil, solo renombrados autores como Arthur C. Clark o Isaac Asimov podían aspirar a ser galardonados con el premio Hugo o el Nébula. En esas hostiles condiciones apareció un fanzine que pregonaría los preceptos del cyberpunk: Cheap Truht (Verdad Frívola). Cheap Truht hizo que Sterling, quien se dio a conocer con el alias de Vincent Omniaveritas, junto a “el movimiento”, lanzaran la primera piedra al Establishment de la ciencia ficción. Durante 12 números Vincent, o mejor chairman Bruce, disparo mordaces ráfagas de arengas al anquilosado género que se estancaba en tramas convencionales y demasiado aferradas a las viejas tradiciones literarias. El acto inaugural realizado por la novela Neuromante (1984), que ganara todos los galardones – el Hugo, el Nébula y el Philip K. Dick – sirvió para que Sterling fuese encomendado a preparar la primera antología del género: Mirrorshades. Esta antología involucro a gran parte de los autores anexados en esta corriente, nombres como Pat Cadigan, Rudy Rucker, Greg Bear desfilaron en sus paginas en las que describían paisajes repletos de nano-maquinas, enormes complejos corporativos, humanos modificados con implantes y drogas, donde la condición humana esta venida a menos; tópicos de la década del ochenta. En el prefacio de esta antología Sterling apunta: “Este movimiento fue rápidamente reconocido y se le dieron muchos sellos: Radical Hard SF, Outlaw Technologists, The Oighties Wave, Neuromantics, Mirrorshades Group.”.
Nacido en Brownsville, Texas, en 1954 – año en el que Elvis Presley graba su primer disco y se detona la bomba de hidrogeno en el atolón bikini – Sterling ha dedicado gran parte de su carrera no solo a la escritura, como lo anota Luis Fernando Medina, vejete incendiario y “stalker” de la Universidad Nacional: “lo importante de Sterling es que sobrepasó los limites del gueto literario, tan comunes en estos géneros y es invitado a publicaciones académicas y festivales por igual para dar su visión prospectiva sobre los cambios tecnológicos que se avecinan.”. Así mismo ha desarrollado proyectos como The Dead Media Project, al igual que investigaciones sobre la cultura hacker.
En una entrevista concedida a Denise Caruso, Sterling responde a la definición de Cyberpunk con lo siguiente:
No sé, siempre he pensado que "ciberpunk" es como "ciencia-ficción", ya que es una contradicción en los términos. Es decir, ¿cómo puede alguien ser un "punk" y al mismo tiempo "ciber"?. ¿Cómo puede ser que alguien que es experto en nuevas tecnologías no sea también un empollón?. ¿Cómo puede ser un tipo guay? ¿Y además experto en cultura pop?. Es imposible, ¿no te parece? Lo mismo pasa con la ciencia-ficción. ¿Cómo puede ser que la "ficción" sea "ciencia"? ¿Cómo puede la "ciencia" ser "ficción"? Es decir, la ciencia es un método, un método experimental con resultados verificables a establecer.
A pesar de que Sterling vio con preocupación ese “rápido” reconocimiento, sus novelas siguen desarrollando la línea pura del cyberpunk, en especial en novelas como Fuego Sagrado (1996) y Distracción (2004). También escribió The Hacker Crackdown: Law and Disorder on the Electronic Frontier, un escrito basado en hechos reales relata la persecución a hackers ocurrida entre 1990 y 1991 en Estados Unidos, que dio origen a la Electronic Frontier Foundation.  Sin mas preámbulos conozcamos algo mas sobre este singular escritor y voz activa del impacto tecnológico.  
Att 
Ficciorama, Julio 15 de 2017, enviado desde el Viktualienmarkt

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