El ciclo de vida que emprende una palabra desde el momento que se manifiesta hasta que desaparece depende en gran medida del uso que esta tenga y las actualizaciones que pueda tolerar. Los hermanos Arkadi y Boris Strugatsky (el primero traductor y el segundo astrónomo, ambos nacidos en Rusia), mientras tomaban descansos del trabajo en Komarovo, tenían una vaga referencia que gravitaba en su mente: un overol y una lata de conserva. Acto seguido la idea tomo forma tras agregar que treinta años atrás los extraterrestres habían llegado a la tierra, como lugar de paso en su travesía, para hacer reparaciones y tomar un descanso; cuando abandonaron el planeta dejaron toda su basura en seis áreas que denominaron “zonas”, las cuales fueron clausuradas por los gobiernos para su estudio y análisis. Así nació la novela Пикник на обочине (Picnic na obóchine o Picnic al costado de la Carretera) publicada en 1972 y conocida en occidente desde 1977 como Picnic Extraterrestre.
Para el personaje que se infiltra en la zona y extraer
artilugios que nombra según su pintoresco léxico (nombres ridículos en el argot
de los stalkers, como "jalea de brujas", "vacíos llenos",
"graviconcentrados" o "gotitas negras"), los Strugatsky habían
pensado en buscadores. Luego vino el
termino Trappers, pero tampoco convencía
a los escritores, hasta que apareció Stalker.
Acorde al comentario de Boris Strugatsky que aparece en la edición hecha por la
editorial Gigamesh en 2015 señala que: “Procede del inglés to stalk, cuyo significado especifico es “acercarse a escondidas,
ir furtivamente”, mas adelante complementa “nosotros no la sacamos del
diccionario, sino de una novela de Kipling de traducción antigua,
prerrevolucionaria, llamada Compañía
Temeraria o algo parecido. Trataba sobre unos alegres estudiantes ingleses
de finales del siglo XIX y principios del XX y sobre su cabecilla, un vándalo
astuto apodado Stalky.” Este personaje abandona su piel para convertirse en la
referencia exclusiva de aquellos que se infiltraban en La Zona, los Stalkers
sacrificaban su vida para obtener ganancias que nunca antes habrían logrado con
sus empleos anteriores.
Los strugatsky le dieron vida a esta palabra que ahora sirve
para designar a la persona que ingresa furtivamente al perfil de alguien en las
redes sociales, ante esto ¿cuánto podrá perdurar esta palabra? ¿su vida será
igual de limitada que la de su referencia original? Quien sabe, lo que si puedo
ver es la influencia que ha tenido desde que el cineasta Andrei Tarkovsky hizo
una versión libre sobre esta obra estrenada en 1979 (después de esta película
no pudo seguir filmando en Rusia).
En el articulo de Hernan Ferreirós “La Historia de Stalker, la película
que le costo la vida a Tarkovsky”, publicado en 11 de septiembre de 2018, hace
una detallada lista de su influencia: “El escritor inglés Geoff Dyer le dedicó
un libro ( Zona: un libro sobre un film
sobre un viaje a una habitación) que es una mezcla de análisis fílmico,
disección de una obsesión ("Es la película que más veces vi en mi vida…Siempre
tengo ganas de verla", dice) y autobiografía. El premio Nobel Kenzaburo Oe
consagró un capítulo de su novela Una
familia tranquila a la fascinación de su narradora con la opacidad del
film. El novelista británico M. John Harrison tomó la premisa central (una zona
prohibida en la que las reglas de la naturaleza cambian) para hacerlo el
elemento común de su trilogía Luz, Nova
Swing y Espacio Vacío. Björk usó uno de los poemas recitados
(en una traducción al inglés) como letra de su canción "The Dull Flame of Desire". El novelista norteamericano
Jeff Van der Meer también recurrió al escenario de la "zona prohibida" (rebautizada "área X") en su
trilogía Aniquilación , Autoridad y
Aceptación en una innegable reescritura del film (aunque negada por el
autor). En The Limits of
Control de Jim Jarmusch, Tilda Swinton cuenta una historia
autobiográfica sobre el efecto de este film en su inconsciente. El film
austríaco Die Tochtel ("La hija") de Bernhard Kammel retoma la
historia de uno de sus personajes más enigmáticos, 25 años después. Se puede
seguir largo rato rastreando sus huellas en el cine reciente, desde la
filmografía de Lars Von Trier a El renacido de Alejando González
Iñárritu (ver también Atómica, con
Charlize Theron). Hasta hay un videojuego inspirado por Stalker, en la que acaso sea la primera y última conversión de una
película de arte europea en un relato shooter
para buscar y destruir.”
Recientemente el arquitecto Francesco Careri creó desde
1994, tras las movilizaciones universitarias en Italia, el colectivo
Stalker. En una entrevista Careri
se refiere a su creación de la siguiente manera: “Empecé en la docencia pronto.
Cuando en 1994 tuve un curso en Francia –en Italia resultaba imposible-
comprendí que era factible transmitir el pensamiento Stalker; un pensamiento
que se podía comprender, algo de lo que se podía hablar, y en el que los
jóvenes estudiantes podían participar activamente. Desde entonces, he
desarrollado workshops por todo el mundo, siempre proponiendo temas de trabajo
que me habría gustado me propusieran cuando era estudiante.” Esto es rastreable
en su investigación Walkscapes: el andar
como práctica estética, publicado por Gustavo Gili en 2002, que ha
introducido nociones como el Anti-Walk y
la Deriva para leer la ciudad desde un enfoque basado en la
psicogeografía o las relaciones emocionales que establecemos con el espacio;
muy similar al Stalker de Tarkovsky para el que La Zona es un complejo sistema
en el que todo cambia y se debe ser sensible a los pequeños cambios para
poderse orientar.
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