En algún momento
de nuestras carreras pasamos por una asignatura que pretende enseñarte como
generar una idea que te convierta en millonario o millonaria y así alcanzar el éxito
que supone el modelo económico del momento. Ya sea un profe o una profe, el
punto es que en cada sesión sondean un caso de estudio que ha sido exitoso y lo
hacen ver muy simple, sencillo, algo con lo que puedes “monetizar tu
aprendizaje” como dirían ahora. La cuestión es que cuando algo suena tan bien,
al mismo tiempo oculta una trampa. La sospecha entre en el momento de cuestionar
realmente ¿Quién sale ganando y quien perdiendo al producir dicha idea? Esa es
la pregunta de fondo que me plantea la serie The Playlist (2022), recientemente agregada al catalogo de Netflix.
El relato,
compuesto por seis capítulos, explora el fenómeno de las plataformas de reproducción
musical y como impactan el mercado con la creación de Spotify. Daniel Ek – el primer
protagonista – es un talentoso programador sueco que anhela trabajar para
Google, lleva una vida rutinaria en la que visita a su madre y le lleva
presentes, luego se encierra en su apartamento para descargar música de una
plataforma conocida como The Pirate Bay
– una continuación de la idea de Napster – y justamente cuando intenta
descargar una canción la plataforma es cancelada, lo que le lleva a desarrollar
la idea de una plataforma para reproducir música al instante usando un protocolo
de búsqueda con otros servidores. Daniel conoce a Martin Loretzon – el segundo
protagonista – gracias un sitio web de cupones digitales que genera ingresos a
las compañías participantes, es tan innovador que Martin y su socio terminan
comprando el sitio y ahí comienza una relación que impulsara a Spotify. Asi
mismo conoceremos a Bobbie T – la sexta protagonista- una compañera de colegio
de Daniel que esta harta de que sus grabaciones sean granadas y compartidas ilegalmente
en Pirate Bay. Los otros tres
protagonistas serán Andreas Ehn (el programador líder de la plataforma), Per
Sundin (presidente de Sony Music Suecia) y Petra Hannson (la abogada que
llevara la difícil tarea de negociar con las disqueras).
Lo particular de
la serie es que cada capitulo es un punto de vista sobre la misma historia.
Cada mirada nos deja ver, más allá de lo bueno o lo malo, los intereses que
mueven a cada parte involucrada en el desarrollo de Spotify. En un principio todo se trataba de derrotar a The Pirate Bay, fundada por la organización
contra el copyright Piratbyrån (la oficina pirata) a comienzos de 2003, desarrollado como un
motor de búsqueda y rastreo de ficheros Bit Torrent que facilitaba el acceso de
todo tipo de material que estuviera en la red. En aquellos primeros años de la década
del 2000 la necesidad de espacios para los músicos y sus álbumes sin temor a
que pudiesen ser replicados sin licencia alguna era inminente. Con Napster y su
filosofía de compartir música con otros llevo a un cambio radical en los consumidores
que dejaron de adquirir discos en razón a que lo podían encontrar en la red.
Con esto en mente Daniel Ek ofrecerá una plataforma con ventajas para quienes se
suscriban y para las compañías que inviertan en publicidad. Cabe recordar que
el camino al abismo este pavimentado de buenas intenciones y eso es justamente
en donde la serie se vuelve más interesante aún. Si bien vencen a The Pirate Bay ¿que hace que no se conviertan en otra amenaza para
los músicos y sus producciones?
Recomiendo mucho
esta serie y seria pertinente que sea vista en esas asignaturas de emprendimiento
para que logren ver el cuadro completo y miren las otras caras que puede proyectar
una idea de negocio.
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