Para los adelantados nativos y nativas digitales palabras como máquina diferencial, código ADA, Leviatán; no producirán mayor efecto que alguna expresión de extrañamiento. En cambio, para los migrantes tecnológicos, aquellos y aquellas que nacieron en el intersticio de la máquina de escribir y el computador, estas palabras activaran una red de asociaciones que conectara con la matriz del ciberpunk latinoamericano: elementales, deidades aterradoras, máquinas y lucha contra el sistema. Esta novela de Erick J, Mota (La Habana, 1975) es una suerte de sonda que explora una cavidad profunda en una historia contada desde un cambio originado en la expedición de Colon en las Antillas.
Para quienes no
lo conozcan Erick J. Mota es Licenciado en Física por la Universidad de La Habana. Ganador de todos los premios de Ciencia Ficción que se otorgan en Cuba
desde el 2004 al 2009. También resultó
ganador del Premio TauZero de Novela Corta de Fantasía y Ciencia Ficción 2008 en Chile. En
Cuba ha publicado la novela corta "Bajo Presión" (2008) y la colección de cuentos “Algunos recuerdos
que valen la pena” (2010). Relatos
suyos han aparecido en diferentes antologías y sitios web del género como el “Guaicán, sitio de la
Ciencia Ficción cubana” y la revista digital Axxón. Quizas una de sus obras mas
reconocidas sea la novela Habana Undergüater (2010) un policiaco con influencias del cyberpunk anglo, aunque también se
separa del género mientras busca una narración más autorreferencial y local (cubana),
por decirlo de alguna manera. Allí, a un mercenario atletico entrenado por los
soviéticos y con experiencia en las guerras civiles norteamericanas de
principios del siglo XXI—que han destruido a los Estados Unidos como potencia
mundial— se le encarga atrapar al hacker que ha robado de la red
global una de las ofrendas que han sido dadas a los orishas que habitan la
red. Ahora si, continuemos.
La exploración en
la mencionada cavidad, el Foso de Mabuya, arranca con un fragmento, a manera de
prologo, del diario del primer viaje de Colon y su llegada a tierra, fechado el
11 de octubre de 1492. Al pasar la página se descubre una estrutura formada por
cinco secciones, cada una llena de registros de archivo, cartas y paquetes de
datos, que van ayudando al lector-explorador a hilvanar una posible explicación
de una historia que no es la nuestra, en la cual se evidencia como una fuerza
exterior ha intervenido y cambiado el curso de esta narrativa, lo que obligara
una lectura minuciosa, con lupa y sospecha, sobre todo con ese terrible dios
taino al que conocen como Mabuya. Cada personaje que va apareciendo resulta un
punto de vista limitado por sus condiciones respecto a la nocion de Patria, el
dominio de la Corona Española, la configuracion de una Confederacion de
Naciones Indias con sede en las Black hills, la Sociedad Analitica de Habana,
El Almirantazgo de la Marina Real; entre otros.
El comentario que tengo sobre la obra es que me dejo gratamente sorprendido. En mi caso tiene elementos que me recuerdan algunos apartes de La Maquina Diferencial de William Gibson y Bruce Sterling – obra tutelar del Steampunk – y tambien algunas imágenes de Conde Cero tambien de Gibson – la segunda entrega de la trilogia del Ensanche – pero como las logra desmarcar e integrar en un trepidante periplo que nos pone al corriente de una posible insurrección en la Sierra Maestra, ubicada en el Estado de Cuba del Este – esto me recordo lo que ocurrio en Berlin en los años de la guerra fría – provocada por lo que han denominado el Ingenio Diferencial una maquina que toma el prototipo fallido de Charlas Babagge, pero al cual le han integrado un lenguaje de programación derivado de el uso del Algebra Booleana, cuyo dominio son las palabras conformadas por los valores binarios 0 o 1, que puede anular a la entidad que se ha infiltrado en el ingenio diferencial instalado en Sierra Maestra. Sinceramente es muy recomendada y de verdad que felicito tanto a EricK como a los editores que han logrado un dispositivo, una llave, que abre las puertas de un reino poco explorado en la literatura ci-fi y que sin duda denota las enormes posibilidades de los sueños de vapor y engranes. Sobra decir que el trabajo de edición es impecable y el apartado de ilustración a cargo de Sebastián Cota nos transporta a ese extraño novum caribeño.