Sic itur ad coniuratio*
*Asi vamos a la conspiración
Berthold Gefrorener
Teorías de la conspiración y la conspiración de las teorías
Ed Mireaver, 1999
¿Tienen al menos un minuto… bueno, que sean más bien seis minutos y sesenta
y seis segundos para leer sobre teorías de conspiración?
Lo primero que deben saber es que la ficción ha sido secuestrada y al
parecer no quiere ser rescatada, se esta identificando progresivamente con las
ideas de sus captures.
La ficción ha caído en manos de los burócratas que soñaban con tener el don
de la predicción. La usan como instrumento de manipulación para su propio
beneficio. La consecuencia directa de esta acción recae en la figuración de
aquello que solíamos llamar futuro, este ha sido contaminado, expropiado del
porvenir, renunciado a su atributo escapista, para conducirnos al desastre. El
desastre, “Pensar el desastre (si es posible, y no es posible en la
medida en que presentimos que el desastre es el pensamiento) es no tener ya
porvenir para pensarlo”, escribió Maurice Blanchot. Frente a esto solo cabe preguntar
¿Qué queda por decir cuando se ha dicho todo?
La capacidad de predecir y
controlar el futuro está traspapelada. Esto ya lo advertía George Orwell en su
obra “1984” (publicada en 1949). En la novela el Ingsoc, el partido regente
liderado por Big Brother, tenía por slogan “quien controla el pasado controla
el futuro; quien controla el presente controla el pasado” Así las cosas,
parafraseando al pensador Fredric Jameson, hoy día nos resulta más fácil
imaginar posibles pactos con sociedades secretas que la devolución de la
ficción a su atributo original; aprovechando la poca fuerza que le queda a
nuestra imaginación. Si ellos, los
burócratas, están usando la ficción como dispositivo para alterar la realidad
tangible, entonces ¿Cómo deberíamos responder a este acto? Usando la negatividad
del porvenir imaginado como un laboratorio de lo posible, una vitrina con
alternativas soñadas por los horrores cósmicos: las teorías de conspiración.
No es casualidad que recientemente se hable tanto y en varios escenarios
sobre contactos alienígenas, lo sobrenatural y todo aquello relacionado con la
espiritualidad, los estados alterados de conciencia y la posibilidad de mundos
paralelos. Desde el principio de los tiempos la humanidad ha enfrentado lo
desconocido, esto los lleva a buscar maneras de contenerlo en algo familiar y así
poderlo comprender. Así las cosas, comenzaron atribuyendo lo desconocido a la
acción de ciertos atributos personificados denominados dioses y a las fuerzas
ocultas que estos podían manipular. Mas adelante fueron las leyendas sobre
seres extraños que venían a producir daño y acabar con la vida de cualquier
mortal que los desafiara. En el siglo XX la mayoría de acontecimientos que
afectaban la tranquilidad comenzaron a ser atribuidos a pactos secretos, lo que
llevo a la aparición de las teorías conspirativas. Para algunos expertos y
expertas las teorías conspirativas son producto de narraciones fantasiosas que
gravitan sobre ciertas coyunturas sociopolíticas y culturales, con el único
propósito de dar una explicación plausible y así darle sentido a lo que ocurre.
Tanto el futuro como el progreso y otras nociones, han sido producto de una
construcción cultural. Esto declara su condición como artefacto de invención en
la que participan aquellas y aquellos que permiten su incidencia en la mayoría
de sus acciones como si este existiera y fuese inamovible. El futuro es una
hiperstición: una idea performativa que provoca su propia realidad, una ficción
que crea el futuro que predice, pero ¿si es administrada y regulada por los entes
de control, esas predicciones pueden ser tomadas en serio? Es por ello que las
teorías de conspiración han tomado tanta fuerza en los últimos años, son
hipersticiones que compensan el vacío producido por la incertidumbre,
brindándoles un sentido que les obsequia una relativa tranquilidad en el hecho
de poder explicarle a los demás lo que está ocurriendo conjurando un grado de
autoridad. Esto detona interrogantes que parecen quitar el sueño a estas
autoridades, tales como ¿Quién dirige realmente el mundo? ¿Existen los
alienígenas? Y de ser así ¿Es verdad que han intervenido en la cultura humana
como lo afirman los teóricos de los antiguos astronautas? ¿Está la economía
regida por los reptilianos? ¿El culebro Casanova fue asesinado por el FBI? ¿El
5G es parte de un plan de dominio patentado por Microsoft? Preguntas que
podrían ser resueltas usando justamente las herramientas de la teoría de
conspiración como dispositivo de intervención sobre la realidad.
La teoría de conspiración, en tanto dispositivo, funciona como una
expresión que refiere a conjuntos organizados de ideas performativas que dan
una explicación a un determinado fenómeno, derivadas de ciertas conexiones,
aparentemente independientes, confiriéndoles un cierto grado de coherencia
mediante argumentos que no son tan debatibles y que poseen una consistencia
relativa a quien las crea y apropie. Así las cosas, las teorías de conspiración
establecen que ciertos sucesos de la historia han sido causados por fuerzas
ocultas, mediante pactos con sociedades secretas que operan desde la oscuridad.
Estas teorías, con el paso de los años, parecen tomar cada vez mas relevancia
en la opinión y el comportamiento de las personas, siendo aceleradas con la
reciente pandemia global.
Ante estos acontecimientos era mas que pertinente dedicar una edición para
abordar el tema de la conspiración. Tras una convocatoria en la que recibimos
mas de 36 propuestas de diversos lugares, seleccionamos 24 que resolvieron
apropiar el tema en escritos, ilustraciones y algunos comics. El resultado de
estos papeles dispersos es una capsula hermética que permite arrojar algunas
luces sobre la situación actual. En estas páginas se encuentran hipótesis sobre
el verdadero origen de la humanidad, el contacto con alienígenas y el
desarrollo de armas para lograr la victoria en la segunda guerra mundial, el
tecno-fascismo y la resistencia mágica, la existencia de ciertas sociedades
subterráneas, los sindicatos de seres mágicos, el bioterrorismo como recurso
para desestabilizar al mundo libre (no sabemos de qué, pero libre de algo), los
viscerales secretos de un restaurante cuya comida era producto de rituales
macabros… mejor léanlas y hagan sus conjeturas. Bienvenidas y bienvenidos,
adelante, les garantizo que será una lectura placentera. Relájese, tenga a la
mano una buena taza de café y dispóngase a ser contaminado. Todo lo anterior me
hace preguntar ¿El futuro podría ser olvidado y no volver a ser imaginado por
la ficción?
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