En una zona pantanosa de Rusia conocida como Povarovo,
cerca de San Petersburgo, se encuentran las instalaciones de la emisora UVB-76,
abandonadas durante más de 40 años que siguen transmitiendo desde la frecuencia
4625 kHz en onda corta de Amplitud Modulada (AM). A partir de los años ochenta
del siglo pasado comenzó lo que para muchos radioaficionados es el mayor misterio
de la historia radiofónica: un perturbador y monótono zumbido, al que han
bautizado como The Buzzer.
La emisora, que el 7 de septiembre de 2010 fue rebautizada
como MDZhB, ha traído la atención de periodistas y parapsicólogos, algunos
señalan que han escuchado, en la voz de una mujer o un hombre, frases como
“bote inflable”, “Soy el 143 no recibo el oscilador”, “Eso viene de la sala de
operaciones” y “especialista en agricultura”. The Buzzer tiene miles de
seguidores en todo el mundo, quienes ante tal misterio se preguntan ¿Será un
plan desarrollado en la guerra fría para vencer al mundo libre? ¿La señal no es
otra cosa que una especie de canto que retiene al espectro de la revolución y
por eso se resiste a desaparecer? ¿Alguna organización privada desarrollo todo
esto para ver arder el mundo? Ante estos interrogantes, y no caer en la línea conspiracionista,
solo nos deja una opción: investigar.
Coincidencia o no, muchos eventos que se han desarrollado
en los últimos años que pueden relacionarse con The Buzzer. En el paper “La señal
al ruido y la regresión al yo primitivo”, escrito por el prolífico investigador
Hans Rottenheimer, señala que este zumbido, escuchado en un lapso no mayor de
un minuto, puede generar una regresión al yo primitivo, estado durante el cual
el cortex se desconecta para desatar ese lado animal que todo ser humano posee.
En otras palabras, estas manifestaciones de odio recientes, vistas en todo el
planeta, están directamente conectadas con el misterioso zumbido de la MDZhB. En
uno de los expedientes desclasificados del Area-51 se habla tanto de The
Buzzer, como también del proyecto Yanqui-Dad, una iniciativa del gobierno Bush en
la que el propio presidente viajo a Puerto Rico para contactar con los más
prestigiosos ingenieros de sonido y cantautores para desarrollar un ritmo
musical que promoviera la regresión al yo primitivo, con la finalidad de
aumentar los índices de pobreza y violencia en Latinoamérica. El resultado ha sido
denominado como Reggaetón, que combina tanto el Reggae como el Dance Hall, y en
su diseño sonoro se ha insertado una frecuencia sonora similar a The Buzzer.
Es posible que la música que escuchamos no tuviese tales
intenciones y por ende hemos sobrevivido al quiebre sonoro. Las nuevas
generaciones, expuestas a diversas plataformas y aplicaciones controladas por
el algoritmo y el scroll infinito, conectan muy fácil con estas expresiones
musicales puertorriqueñas, al igual que el denominado género de “música de cantina”,
que promueven una agenda de odio, resentimiento, paranoia y angustia ante lo
que parece ser el nuevo No Futuro, promulgado a finales de los años 70 por los
punks. En esta edición abordaremos algunas iniciativas generativas que han
transformado el comportamiento de la sociedad como el Yanqui-Dad, el MK-Ultra y
otros programas que están llevando al aumento de los índices de suicidio,
violencia desmedida y desconfianza al modelo de estado actual, que ha sido
contaminado por un virus mas letal: La corrupción.
Adentrémonos en los misterios sonoros de The Buzzer y el
Yanqui-Dad, y descubramos una posible explicación a lo que acontece social y
culturalmente al mundo, justo en el cambio de era Acuario, en el marco de la gran
transmutación 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario