Tal parece que el triunfal
regreso del emblemático guerrero Mad Max ha conmovido a sus seguidores que no
habían tenido noticias sobre este, sin embargo, ya entrados en gastos, existe un
detalle que es pertinente cuestionar: ¿Quién es realmente Mad Max? ¿Es una
alucinación, una fantasía o una proyección arquetípica de un sobreviviente? O
¿es solo una fantasmagoría de los lejanos ochenta y su revival?
Esta proyección, fantasmagoría,
evocación o alucinación que se percibe entre la primera cinta en la que Max pierde
a su familia, estrenada en 1979, y la proyectada en 1982, el guerrero de la
carretera, deja una incertidumbre que parece no llenarse del todo. En esta
secuela un niño salvaje, armado con un boomerang, es quien cuenta la historia
de cómo conoció a Max, obviamente el tono del narrador denota que creció y
aprendió mas palabras para poderlo hacer. Hacia 1985 se lanzaba la tercera
parte Más allá de la cúpula del trueno
en la que su historia era contada por una joven mujer, líder de una tribu de
niños liberados del Thunderdome que,
con la ayuda de Max, logran librarse de Tía –ama y Master Blaster, para
descubrir, gracias a los relatos de Max y la ayuda de un piloto, Jedediah, la
ciudad de mañana-ana – sobrevuelan una Sidney en ruinas y se atrincheran en sus
vacíos edificios – cerrando la historia la mujer usa una expresión parecida a
“así conocí a Max”. En Furia en el camino
Max es evocado por Imperator Furiosa, la mujer que ayuda a escapar al grupo de
mujeres de las manos de Inmortan Joe, líder de la citadel que controla el agua,
en la que Max, a fuerza de las circunstancias termina ayudando para restaurar
el equilibrio en dicha citadel y acabar con la tiranía de Inmortan Joe.
Para los mas puristas no existe
conexión aparente, pero si aplicamos esta suerte de hipótesis del narrador
observador, las películas adquieren un cierto sentido. En otras palabras la
conexión esta dada por la transversalidad que ostenta el guerrero de la
carretera, ya sea que ándase con un perro, que fuese un huraño melenudo o que
recorriera las dunas en su vehiculo de persecución v8; Max es construido por
este narrador o narradora según las circunstancias en las que se le conoció.
Esto también permitiría justificar el cambio de actor – el pobre Mel ya no
aguantaba los extenuantes rodajes, lo que requirió un nuevo actante – en un
juego de roles que permite edificar una leyenda que va tomando forma con el
paso del tiempo. Tras 20 años de Más allá
de la cupula de Trueno, Mad Max Furia
en el camino es un nuevo peldaño en la edificación de este personaje, que
en su momento se habría paso entre los restos de una cultura marginal como lo
era el punk y la ciencia ficción distópica, para brindarnos no solo un escape
de nuestros restringidos marcos de realidad, sino también una reflexión en
torno al impacto socio-cultural, político y económico de nuestra dependencia al
combustible fósil y el agua.
En resumidas cuentas, la historia
de Max puede ser contada por cualquiera que crea en que aun existen personas
que pueden cambiar el curso de los acontecimientos a costa de su sacrificio
personal.
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