En la crisis de los metarrelatos provocada por el incumplimiento de sus promesas enmarcadas por el postmodernismo, una nueva categorización narrativa emerge de los escombros literarios clásicos para explorar un territorio inhóspito poblado por la incertidumbre y el pesimismo distópico: el hombre contra la tecnología.
Ya sea por demostrar la capacidad de las herramientas de
edición digital o por los miedos que se tiene sobre el rápido avance del
desarrollo tecnológico, la ciencia ficción actual está centrando su interés en el
debate actual sobre la Inteligencia Artificial, resultado de los acelerados
avances desde la computación de los años setenta del siglo pasado, y su impacto
en nuestras tareas cotidianas y nuestro porvenir. Esta historia comienza con el científico John
McCarthy quien acuño el término Artificial Intelligence en la Conferencia de
Dartmouth en 1956. Al año siguiente, 1957, fundaría junto a Marvin Minsky el
Laboratorio de Inteligencia Artificial en el Instituto de Tecnología de
Michigan o MIT, uno de los primeros pasos fue el Proyecto Mac (Project on
Mathematics and Computing) financiado por la Agencia de Defensa Avanzada e
Investigación de Proyectos DARPA. Dicho proyecto estaba orientado a lograr un
nuevo nivel de interacción humano-computadora. Un objetivo importante del
Proyecto MAC fue desarrollar capacidades de tiempo compartido de propósito
general, que más tarde influyeron en el diseño de sistemas informáticos para
usos comerciales y de defensa. A los pocos años de su inicio, el Proyecto
MAC evolucionaría hasta convertirse en la primera comunidad en línea del mundo,
completa con tableros de anuncios en línea, correo electrónico, amistades
virtuales, un intercambio de software de código abierto y piratas informáticos.
Gareth Edwards, cineasta gales, ha sido reconocido por
películas como Godzila (2014) y Rogue One: Una historia de Star Wars (2016);
en las cuales plantea una postura sobre la relación entre el hombre y la tecnología.
Para 2023 presenta The Creator (traducido
como Resistencia), protagonizada por
John David Washington (Tenet), que nos transporta al año 2055 en un entorno
donde los robots han adquirido un grado de conciencia y las inteligencias
artificiales se han integrado a la vida humana, sin embargo, una sospechosa situación
que provoca un nuevo conflicto entre Occidente y Oriente: una I.A. detona una
ojiva nuclear sobre la ciudad de Los Ángeles.
En respuesta a este ataque y la adopción de las IA en Nueva
Asia, el gobierno estadounidense desarrolla la iniciativa NOMAD (North American
Mobile Aerospace Defense) lanzando así una guerra contra los asiáticos y la
amenaza de Nirmata, el creador,
conocida como “el arma”, un dispositivo que puede acabar con NOMAD. El sargento
Joshua Taylor, se ha infiltrado en una comunidad de Nueva Asia y ha formado una
vida con Maya Fey, la hija de Nirmata-El
Creador sin embargo su fachada cae cuando se confronta con un ataque
furtivo de las fuerzas estadounidenses, dejando al descubierto su identidad y
el éxito de la misión. Joshua, abandona la misión hasta que es reincorporado
por las fuerzas militares para encontrar el arma y a Nirmata y evitar la extinción de la humanidad. Esta historia se
suma a una buena lista de relatos que transponen el conflicto entre el hombre y
la tecnología que comienza con Frankenstein de Mary Shelly.
Sin más preámbulos exploremos este terreno que ha tenido
varios acercamientos que, según el momento, plantean una postura frente a este
argumento sobre quien lleva la ventaja y quien es finalmente el vencedor de
este conflicto.
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