Nuestra experiencia cotidiana nos lleva a recorrer los
mismos senderos la mayoría del tiempo. Como lo hacemos con regularidad es muy
probable que algunos detalles se nos oculten a simple vista y otros, los indispensables,
se manifiesten como señales que orientan nuestro andar. Sin embargo, en alguna
parte de Europa existe una ciudad que coexiste con su duplicado en la cual sus
habitantes, dependiendo si están de este o del otro lado, deben des-ver y des-oír
a su contraparte. Dicha ciudad se llama Beszel, una reminiscencia a la Alemania
oriental de la guerra fría, en la cual vive el inspector Tyador Borlú, un
veterano investigado criminal que se enfrenta a uno de sus mas complejos casos:
una mujer sin nombre y con rastros de oxido es hallada muerta en los limites de
la ciudad.
Al indagar mas sobre la victima, Borlú comienza a ser parte
de un complot que puede poner en riesgo la estabilidad de su ciudad, Beszel, y
su siamesa Al-Quoma, una metrópoli similar a Dubai. Con la ayuda de Corwi, su mano derecha, Borlú comienza a
socavar las capas de un palimpsesto que lo puede conducir a revelar una
incomoda verdad: la existencia de una tercera ciudad que alguna vez fue la bisagra
que unió las ciudades. Borlú es conciente que la única manera de resolver este
crimen es trasgrediendo todo aquello que le fue enseñado e invocar a la agencia
de control mas aterradora: la brecha.
China Miéville, escritor inglés reconocido como heraldo del
movimiento literario New Weird[1],
nos presenta una de sus novelas mas desafiantes y al mismo tiempo mas
innovadoras que revitalizan el género policiaco: La Ciudad y La Ciudad. Como es
costumbre, muchos elementos de su primeras obras se manifiestan de manera
impecable: juegos de palabras, movimientos políticos, intrigas gubernamentales,
especulación y superstición; muy bien tamizadas en la figura del detective
Borlú y su contraparte Dhatt. Durante 29 capítulos Miéville nos conduce a un
laberinto urbano que semeja nuestra mente, proyectándola como esta marcada
división de hemisferios derecho e izquierdo, en la cual el movimiento unionista
aboga por la reunificación de la ciudad y los Ciudadanos Auténticos que buscan
mantener el estatus quo a toda costa, incluso asesinar si es necesario.
Es, como lo señale anteriormente, una novela difícil al
comienzo, pero conforme el lector se habitúa al escenario comienza a ser
testigo de revelaciones particulares que atañen el mundo académico y las
excavaciones. Eso es lo que logra Miéville en este relato, articular puntos de
vista poco habituales en el relato policíaco o noir, que por lo general trata
mas de mafias, trafico de drogas y detectives moralmente desahuciados. Al mismo
tiempo el trabajo con el lenguaje de cada ciudad, sus significados, sus
rituales cotidianos y el crear organismos como “la cámara conjuntiva” nos va
involucrando hasta diluir esa frontera entre los intersticios urbanos que no
siempre reconocemos de inmediato.
Todo esto para simplemente recomendar esta lectura, además
que ya existe una adaptación para televisión por parte de la BBC. Gracias por
su atención y manténganse en sintonía para mas reseñas no reseñas de libros que
nos desafían y nos transforman.
[1] Género literario heredero de
los trabajos de H.P Lovecraft y su participación en la revista pulp Weird Tales.
Bajo este termino se clasifican las obras que combinan elementos del terror, la
fantasía oscura, lo urbano y la ficción; creando una amalgama que amplia los tópicos
narrativos y desarrolla innovadores arcos argumentales. Se destacan escritores
como Clive Barker (Hellraiser) y China Miéville (Kraken)
No hay comentarios:
Publicar un comentario