MANIFIESTO FANZINE
Los fanzines – publicaciones
aficionadas – han logrado emerger y salir del nido underground para
circular en nuevos entornos que lo han recibido con buenos ánimos. Tanta
visibilidad puede ser, inevitablemente, un doble riesgo en la medida de lo que
pueda perder su espíritu, su apuesta reaccionaria y, de igual manera, sus
posibilidades de expresión gráfica. Sin duda cada día hay mas gente interesada
en los fanzines, ya sea por su atractivo hágalo
usted mismo, las posibilidades economizas que puede brindar, el
reconocimiento que puede provocar o incluso sus alcances y formas de producción
autónomas. Sin embargo, esta sobre-exposición puede conducir a una inherente estaticidad, una nueva ortodoxia que obligue a renovar los votos situacionistas
que tanto bien le hicieron a estas publicaciones en la Inglaterra Tatcherista.
Propongo unos puntos, debatibles por supuesto, que sirvan para reflexionar y
cuestionar la naturaleza de los fanzines en una era dominada por una visualidad
estereotipada, como lo señala Leonor Alfurch, sobre la cual se nos imponen
formas visuales antes que construirlas, sin mas preámbulos expongo mis
puntos.
1) El
fanzine responde a unas condiciones materiales que lo producen en determinado
momento, esto a su vez establece el espíritu con el que será escrito y
producido. Es importante recalcar que los fanzines ilustrados, que manejan una
línea temática, no siempre se originan como una reacción o reclamación, mas
bien parecen miradas subjetivas frente a la realidad objetiva de la cual
deriva. No se trata de dogmatizar o crear unos principios de regulación, se
trata mas bien de cuestionar la naturaleza de los zines en un momento en el que
ya no pertenecen del todo a la
marginalidad.
2) Es pertinente reconocer el trabajo de
realizadores como Rafael Uzcategui en Venezuela, Marcelo Arroyave y Luis
Fernando Medina en Calí,; el colectivo ExCusado, Colombian Trash, espacio 101
Abisal, colectivo Etcetera, la flia, y librerías como la Valija de Fuego, al
igual de eventos como Imagen Palabra
en Bogotá; colectivo robot en Medellín; quienes han establecido diálogos,
miradas y definiciones sobre el fanzine. Estas definiciones versan sobre los
aspectos formales: técnicas de producción, de financiamiento y de circulación.
El camino abonado por todos ellos es la base para entender la dimensión
cultural y los alcances de este modelo de producción que articula el
periodismo, el diseño, la ilustración y una intención frente al lector del
mismo.
3) Es
un error pensar que la condición esencial del fanzine es la precariedad en su
forma. Es decir, se considera fanzine si esta mal hecho, fotocopiado y con
errores ortográficos. Al paso de la sofisticación de la tecnología es
inevitable que esto no se parte del proceso del fanzine mismo. Hoy día son
mejor hechos que las revistas comerciales, sus contenidos responden a una
necesidad comunicativa que se mantiene al margen de la tendencia del consumo
regente. Se basa mas en la singularidad y los quiebres formales frente a las
normas convencionales del diseño mismo. Sin embargo ahí también reside su
potencial debilidad, en la medida que como lo señalo el filosofo español José
Luís López Aranguren “Lo que hoy es una herejía se suele convertir en la
ortodoxia de mañana”. Es menester del fanzine sostener sus lineamientos frente
a los alcances de esa ortodoxia.
4) Complementando
el punto anterior, tal como lo señala el buen maese Luis Fernando Medina, se
puede dar lo contrario. Esto es: personas que hablan del fanzine de calidad solo refiriéndose exclusivamente
al material (buen papel) y a procesos editoriales cuidados lo que ha llevado a una especie de gentrificación[1]
del fanzine donde los que son considerados buenos son los que tienen estas
propiedades, que obviamente son mas caros (y por lo tanto producidos por élites
artísticas que se han volcado al fanzine). Es probable que en alguna galería o
muestra artística se haya puesto una pieza de tal índole y no falta el exótico
que la adquiere, lo que estimula una suerte de especulación sobre este noble
objeto
5) Acorde
a lo anterior se puede afirmar entonces que el fanzine, mas allá de su forma,
es una condición de posibilidad que debe funcionar no solo como un complemento
a las revistas comerciales, el objetivo del fanzine es educar, agitar,
reprochar, reclamar y discutir esos temas que no tienen cabida en las agendas
oficiales, esos que interesan a unos cuantos que no son habituales en las
secciones faranduleras. Sin embargo no esta exento de convertirse en lo que
cuestionan. Es mas una cuestión de mantener un compromiso con las ideas que se
exponen y su posición ante todo.
6) Ciertamente
el hacer fanzines no responde del todo al libre albedrío como piensan algunos,
esto es que se pone lo que sea, como sea y cuando sea. Cada elemento dispuesto
en un fanzine debe ser producto de una reflexión, una mirada crítica sobre los
fenómenos de la cotidianidad que representa, por ende cada palabra, dibujo,
frase, fotografía, recorte, slogan y demás elementos que intervengan tiene una
intencionalidad explicita frente al lector o lectora del fanzine. Por lo
general la mayoría de contenidos parte de experiencias personales producto de
vivencias y formas de consumo que se van sedimentando en lo que Bourdieu
denomina el habitus o todos esos
aspectos sociales y culturales que nos rodean desde nuestra infancia. Como
resultado de todo esto esos residuos culturales sedimentados establecen unos
criterios operativos frente a lo que se dispone en cada página del fanzine.
7) Muchos
asocian la palabra o ternito fanzine con pasquín o panfleto. Para dilucidar
este asunto se debe mirar a la luz de sus notables diferencias y condiciones de
emergencia. Tanto el pasquín como el panfleto pertenecen a esa estirpe
contestataria que reclama al poder, la ideología y la política, desde el
anonimato, en tanto voces emergentes el inconformismo social reinante, sin mas
anhelo que hundir el dedo en la yaga. El fanzine en cambio no parte de esa condición
declamatoria, por el contario surge del amor o la pasión por algo que no todos
comparten. En ultimas es una mirada marcada por una subjetividad que parte de
una extracción de las particularidades de alguien que suele ser experimentada
por otros igualmente.
8) Es
pertinente considerar estos cuestionamientos: ¿Qué consideraciones debe tener
la arquitectura del fanzine frente a
los modelos que se presentan como tal? ¿la terminología empleada en su construcción
ontológica si da cuenta de su intencionalidad o, por el contrario, nubla su
potencia? ¿qué se expresa y que no se expresa acerca del fanzine en los
distintos ámbitos que lo discuten? No basta con nombrar la cosa, es necesario
nutrirla. La mayoría de definiciones parten de su etimología: fanatic
magazines. Una traducción mas cercana a nuestro ámbito la pondría como publicación
de aficionado (amateur), que nace del gusto y la pasión por un tema. Este
impulso no debe desorientarse en los laberintos de la tendencia, es preciso
recuperar el hilo para no perdernos en sus truculentos pasajes.
Att
Boris Greiff a.k.a Ficciorama
Abril de 2015
[1] Gentrificación (del inglés, gentrification) es un proceso de
transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio
deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor
nivel adquisitivo a la vez que se renueva.